16.12.10

"Cantar de Navidad" (Bernardo Guardado)

Bendites sean les payes,
dixoi María a José
que guarden e nos payaresl
los pastores de Belén.
Por siempre bendites sean,
dixoi a la mula el güey;
que ya tién el rapacín
cuniquina onde ñacer.
¡Bendites sean les payes
de los pastos de Belén!
-Sientu que se mueve'l neñu,
apalpa y verás, José,
piensu que ha venir al mundu
antes del amañecer.-
-Que ansí sea, y que non tengas
demasiau que padecer.
Que non te dè sofrimientos
a la gora de ñacer.-
-¡Que ansina sea!- dixenon
al par la mula y el güey.
Y'asoma un rayín de sol
e nel cielu de Belén;
y llora muy dolcemente
nel pesebre un nuevo ser.
Ye'l rapacín que ñaceu
de María y de José.
Al so llau averadinos,
faciéndulu calecer
co la callor del so cuerpu,
están la mula y el güey.
Mandai María boscar
un pañalin a José,
que de ñerviosu que tá
non ye quian a dar con el.
¿Será porque non lo atopa
o será que non lo tién?
Ya cuerre la bona ñueva
los rincones de Belén.
-El neñu que s'asperaba
ya tá aquí; venií a ver.
Ta desnudin y tién fame
mirai qué i podéis trayer.-
Y los primeros que lleguen,
corriendu a tou correr,
son los pastores que tán
casi tan probes como él.
Pero toos trayen algu,
ya seya fariña o miel;
un poqueñín de mantega
o un trapu en qué lo engolver.
-¡Ay!, qué rapacín tan guapu;
que Dios lo guarde pa bien.-
Van mermurando ún a ún
los pastores de Belén.
Y mientras tanto María
sonriyese con José:
viendu al neñu nel pesebre
ente la mula y el güey.
Bernardo GuardadoRodriguez
(Aviles; 1913-1982)



27.8.10

"Carmencita" (Manuel Machado)


"La Carmencita" (J. Singer Sargent)



Esta española yanqui, y tan francesa

que es toda España -para el mundo-, tiene

un ardor en los ojos que le viene

de un corazón de virgen satiresa.


Mística, y tan carnal, sabe de amores

únicos y de espasmos indecibles.

Y coloran sus labios los terribles

rojos de las heridas y las flores.


Pasión rugiente duerme en su ancha ojera,

y en el seno magnifico, que exulta,

Un gran valor y un miedo milenario...


Puesta la mano en la gentil cadera,

junto de la morena carne, oculta

una navaja y un escapulario.

8.5.10

"Los neños de La Calzada" (Páchin de Melas)

Poema leido por el autor en la inaguracion de un parque
infantil, en el barrio gijones de La Calzada, en 1915
--
¡Qué seriones, que formales

tan los neños de La Calzada...!

¡Como escuchan los probinos

a la xente qu'aquí fala!

¡Ay! que guapos rapacinos

que no gorguten migaya.

!Ay si agora un paxu piescos

per alli s'esparramara...

!adiós¡ con el cuartu seriu

de la tropa 'sgalazada

per pañar un piescu verde

y royelu hasta la gaspia

o pevita, ye lo mesmo,

el güen diente tóo lo blandia.

¿Y si fuesen cirigüeñes,

manzanes, cereces?..¡mialma

si nel suelu queda una

que non seya 'sgatuñada¡

¿Doivos dentera moninos?

¿Faisevos la boca agua?

Perdonaime, tóo ye groma

del magüeto que vos fala.

¡Ay, probinos! pa utra cosa
esta fiesta fue 'ntamada.

Paxaros, flores y neños

facen reviciar el alma
fuxendo llercies, llaceries,

dolor, llantu, pena, llácara

y semando d'allegries

la vida que ye una llárima.

Cántigu que na 'espesura

saltarin paxaru 'ntama

llanciando al sol gorgorinos,

pala fema 'namorada;

arrume de belles flores

na soles de 'nramada

quel vientu sele lu lleva

y suavin muy suave lu aña;

caricies del guapu neñu

que na so melosa fabla

fainos rir a tutiplén

y de oyelu cai la baba.

Son querencies de la vida,

ye amor, poesia, alma,

ye `l sentir de los humanos,

ye vevir la paz y calma,

ye tóo xunto l'allegría

que del cielu vien per gala.

¡Ay, probinos los mios neños,

rapazos de La Calzada¡

Ya teneis vuestro xardín

onde reblincar con gana;

ya tenéis flores y árboles

que sol, mar y brisa baña..

sois felices, muy felices

ena inocencia del alma.

Si algún día, yo, vieyín,

(non en balde ´l tiempu pasa)

cimbláu co la carga a cuestes

que los años sofitara

tembleque, mediu cieguín,

con el alma atristayada

de sufrir y padecer,

de luchar na vida amarga,

subiera a rastres los pies

fast'aqui, fasta La Calzada,

dexime tomar el sol´

nel xardín de la neñada

al par de les belles flores
ena querida barriada,

mientres blincáis, xunto a min

riyendo con toa gracia

y los páxaros allegres

canten amor y esperanza....

¿Dexareisme miós neñinos,

rapazos de La Calzada?
------------
Emilio Robles Muñiz (Pachín de Melas)
Gijon (Asturias)-1877-1938

23.4.10

Ovillejos;del "Quijote" (Miguel de Cervantes)


¿Quièn menoscaba mis bienes?
Desdenes.
Y ¿quién aumenta mis duelos?
Los celos.
Y ¿quién prueba mi paciencia?
Ausencia.
De este modo, en mi dolencia,
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza,
desdenes, celos y ausencias.
¿Quién me causa este dolor?
Amor.
Y ¿quién mi gloria repuna?
Fortuna.
Y ¿quién consiente en mi duelo?
El cielo.
De esto modo, yo recelo
morir deste mal extraño,
pues se aúnan en mi daño
Amor, fortuna y el cielo.
¿Quién mejorara mi suerte?
La muerte.
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
Mudanza.
Y sus males ¿quien los cura?
Locura.
De este modo, no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.
Miguel de Cervantes Saavedra
España; 1547-1616

19.4.10

Nanas de la cebolla (Miguel Hernandez)


Amamantado (Norberto Uribe)


--o--

(Dedicadas a su hijo después de recibir una carta

donde su mujer le decía que solo comía pan y cebolla)



La cebolla es escarcha

cerrada y pobre.

Escarcha de tus días

y de mis noches.

Hambre y cebolla,

hielo negro y escarcha

grande y redonda.


En la cuna del hambre

mi niño estaba.

Con sangre de cebolla

se amamantaba.

Pero tu sangre

escarchada de azúcar,

cebolla y hambre.


Una mujer morena

resuelta en luna

se derrama hilo a hilo

sobre la cuna.

Ríete, niño,

que te traigo la luna

cuando es preciso.


Alondra de mi casa

ríete mucho.

Es tu risa en tus ojos

la luz del mundo.

Ríete tanto

que mi alma al oírte

bata el espacio.


Tu risa me hace libre,

me pone alas.

Soledades me quita

cárcel me arranca.

Boca que vuela,

corazón que en tus labios

relampaguea.


Es tu risa la espada

más victoriosa,

vencedor de las flores

y las alondras.

Rival del sol.

Porvenir de mis huesos

y de mi amor.


La carne aleteante,

súbito el párpado,

el vivir como nunca

coloreado.

¡Cuanto jilguero

se remonta, aletea,

desde tu cuerpo!


Desperté de ser niño:

nunca despiertes.

Triste llevo la boca:

ríete siempre.

Siempre en la cuna,

defendiendo la risa

pluma por pluma.


Ser de vuelo tan alto,

tan extendido´

que tu carne es el cielo

recién nacido.

¡Si yo pudiera

remontarme al origen

de tu carrera!


Al octavo mes ríes

con cinco azares.

Con cinco diminutas

ferocidades.

Con cinco dientes

como cinco jazmines

adolescentes.


Frontera de los besos

serán mañana,

cuanto en la dentadura

sientas un arma.

Sientas un fuego

correr dientes abajo.

buscando el centro.


Vuela niño en la doble

luna del pecho._

él, triste de cebolla,

tú, satisfecho.

No te derrumbes.

No sepa lo que pasa

ni lo que ocurre.

Miguel Hernandez
(Orihuela; 1910-Prisión de Alicante; 1942)